lunes, 24 de noviembre de 2008

Andy Bruntel - No Age

KEECHIE (2008)



El disco "Nouns" de No Age es una de las sorpresas más agradables del panorama musical independiente actual. El dúo de Los Ángeles formado por el baterista y cantante Dean Spunt, y el guitarrista Randy Randall, practican un indie-rock psicodélico de baja fidelidad, con intensidades ruidosas y matices atmosféricos. La mayoría de las canciones de este primer disco (atrás queda una compilación de Eps) se quedan en poco más de dos minutos rabiosamente sobrecargados. Keechie es las más ambient y vaporosa de todas. Andy Bruntel ha realizado el videoclip de la canción. El único adjetivo admisible del vídeo es el de wierd. Dos personajes, un maquillaje inquietante, una vestimenta medieval, unos globos de colores, un atardecer luminoso, un espacio abandonado y una grabación en cámara lenta. El desarrollo es lo de menos, aquí lo que importa es lo que no se explica. Sería la versión reflexiva del efusivo delirio mental que es el videoclip de Eraser (hecho por el mismo realizador, autor también de piezas para Stephen Malkmus, Mouse on Mars, Bonnie "Prince" Billy y The Mountain Goats).

viernes, 14 de noviembre de 2008

Nick Zammuto/Paul De Jong - The Books

CLASSY PENGUIN (2007)



El dúo de Nueva York llamado The Books es una de las propuestas de pop electrónico más estimables del panorama internacional. Han publicado tres discos para el sello Tomlab, el último de los cuales –el esplendoroso Lost and Found– data del 2005. Posteriormente han editado un DVD que compila sus trabajos audiovisuales. "Play All. A DVD of videos" es el recopilatorio de videoclips donde se encuentra este "Classy Penguin".
En él se recogen fragmentos de home movies en super 8, Hi8 y vídeo digital, combinados como un collage visual, donde el ritmo instrumental del bajo y las bases electrónicas elevan el carácter nostálgico de un pasado íntimo. Son imágenes cotidianas de Mickey Zammuto, uno de los familiares de Nick Zammuto, artífice junto a Paul De Jong de la música de The Books. El resultado de estos cuatro minutos tiene un encanto especial. Refilmaciones, aceleraciones, congelaciones de imagen y miradas a cámara favorecen una narración sincopada recuperada del archivo familiar. Perfectamente podría formar parte de la serie de vídeos musicales FRR!